En noviembre de 2011, durante la Conferencia General de la UNESCO, la comunidad internacional proclamó que el 30 de abril sería desde entonces el Día Internacional del Jazz. Siendo una forma de sensibilizar, sobre todo a la juventud, acerca de los valores universales del jazz.
El jazz significa también, diálogo, solidaridad y ayuda mutua. Y estos son algunos de los valores fundamentales de la humanidad. Hoy en día el jazz sigue siendo una fuente de inspiración para millones de personas que luchan por el respeto y la dignidad humana. A lo largo de su historia, el jazz ha pasado de ser una simple música de baile popular a una compleja forma de arte. Hoy en día el jazz no es soló un estilo de música, sino que contribuye también a la construcción de sociedades más inclusivas.
Es una música especial que levanta sentimientos y que te envuelve en quimeras, aventuras y esperanzas. Me permito trascribir un párrafo de uno de mis relatos dentro del libro “Huevos Fritos” bajo el título de “Miserias y música de jazz”, donde se recoge una aventura de intriga e interés social:
<< Se respiraba humo mezcla de tabaco y hierbas extrañas, corría el alcohol y algunos buscaban un rato de charla y sexo con las horripilantes damas demasiado estiradas por la cirugía estética. Abundaban los tipejos capaces de vender a su madre por dinero. En medio de todo esto se mueve Emerson, luchando por salir por no contaminarse más. Nunca admitía un bastardo euro, ni quería un favor de nadie. Lo más que solía aceptar, era un paquete de cigarrillos, cuando andaba en la penúltima miseria…>>
Con esta muestra pretendo introducir el mundo de la noche a son de << Jazz >>, pero también existen otros ambientes y en todos, incluidos los conciertos, se respira cercanía y una mistura entre la exaltación y la paz de sus notas musicales.
El gran poeta Federico García Lorca decía: <<Las únicas cosas que Estados Unidos han dado al mundo son: los rascacielos, el jazz y los cocktails>>