Se conmemora anualmente cada 9 de mayo y tiene como objetivo concienciar a la sociedad sobre la necesidad de proteger a las aves migratorias y sus hábitats en todo el mundo
En el “Día Mundial de las Aves Migratorias”, se reclama una reflexión del trato, caza o persecución que se hace por parte de los seres humanos hacia las aves en general, y las de ciclo emigratorio en particular.
También se llama la atención sobre el cuidado de la naturaleza y en consecuencia del medioambiente en que se mueven las aves.
Quizá nos debemos -entre otras – hacer las siguientes y curiosas reflexión:
<< Muchas aves comen insectos nocivos para los seres humanos, las golondrinas se alimentan de mosquitos y una sola en época de reproducción consume alrededor de 400.000 mosquitos; si no existieran estaríamos plagados>>
<< Hay colibríes que atraviesan el Golfo de México volando, cuando llegan a tierra les urge comer y tener un lugar dónde descansar>>.
José Ortega y Gasset decía:
<< Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a ENTENDER>> y estudiar las aves su comportamiento y costumbres es uno de los caminos, añado yo.
También, Aristóteles reconoció el fenómeno de la migración e identificó varias especies de aves migratorias.
La razón principal de la migración de aves tiene que ver con el cambio de las estaciones y la búsqueda de alimento. A través de la misma se conectan ecosistemas, pueblos, y culturas.
Ya hace unos 5000 años, en el Mediterráneo, se asociaba el movimiento estacional de un numeroso grupo de aves grandes con el momento adecuado para iniciar las siembras.