Amante de los tonos verdes, vemos cómo logra <<robar>>, los infinitos matices del color esperanza
El viernes 31 de mayo, en tarde-noche primaveral, vecina ya del verano, nos encontramos con gran ambiente de público en la “Sala de Exposiciones de Maika Sanchez” en el centro de Valencia, donde se inaugura la exposición del artista Francesc Vidal.
La amabilidad serena del autor y la inquieta personalidad de la galerista, nos reciben con cordialidad por igual.
Acompañado por el artista se nos muestra una exposición con óleos de gran impacto paisajista, que son en realidad la plasmación de paisajes próximos en muchos casos a su propio hábitat, en la localidad donde reside, al pie de los Pirineos.
Esta prodigiosa naturaleza le transmite calma y sosiego que él a su vez intenta mostrar a los espectadores sin demasiadas explicaciones, aspira a que sus lienzos <<hablen>> por sí solos. Y Lo consigue; el público no queda impasible ante su obra, siendo muchas y variadas las emociones que se descosen, si observas con atención sus telas.
Nos afirma que es un gran amante del verde, y es cierto, juega con sapiencia con sus mil tonalidades, logrando <<robar>> en cada pincelada que imprime con seguridad, la magia del color esperanza.
Nos detenemos ante unas obras de campos nevados; espontáneo nos confiesa que el cercano reto lo tiene este próximo invierno, para pintar los paisajes blancos de la zona, donde la albura de la nieve le pone metas difíciles, pero no imposibles y que esta será su próxima exigencia personal.
Le preguntamos por donde cuelgan sus cuadros, sonríe y amable nos dice:
<<En Madrid tengo mucha obra vendida, allí gusta mi pintura, también a través de las exposiciones tanto en España como en el extranjero, pero la franja mediterránea me está dando mucho “chance”>>
La noche avanza, ya quedamos menos en la sala, me despido deseándole la mayor de las suertes, en la confianza de una nueva oportunidad para estar juntos.
La muestra y adquisición permanecerá abierta hasta el 30 de junio 2019