El desafío de leer un libro que induce a pensar
Un libro “grato”, una “grata” autora, el entorno gentil y amigable de una tarde de clima caluroso imprevisible, junto al no menos cálido y sí previsto cariño de los asistentes hacia Mª Ángeles, en la Librería Soriano de Valencia.
Tratar de escribir la crónica de una tarde, la del viernes 7 de mayo 2019, entre escritores de renombre y poetas, nada más salir del evento, tiene la ventaja del recuerdo fresco y afable de personas a las que se aprecia.
Esta céntrica librería, lugar de encuentro en la capital del Turia, para la literatura y el público amante de las letras, viene cediendo su espacio de eventos, a la presentación de los libros más actuales.
Hoy organizado por Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios (CLAVE) y de la mano de su presidente Juan Luis Bedins, nos encontramos con un auditorio entendido y diverso, para escuchar a la prolífica Mª Ángeles Chavarría autora del volumen, “Tránsito en la mirada”, a su editor Carlos Alcorta y al propio Juan Luis, quien abrió el acto con amplia referencia al editor, autora y el libro.
En segunda intervención escuchamos a Carlos Alcorta, gerente de la editorial “Libros del aire”, quien de forma espontánea, con fácil palabra y notorio entusiasmo, nos descubrió su dualidad como editor y autor de poesía, lo que le confería el conocimiento desde “las dos orillas”, y facilitaba la comprensión del entorno autor-editor, manifestando:
<<Cada edición de un libro precisa un buen entendimiento entre ambos y en todos los aspectos, también literarios, para lograr una buena y exitosa publicación, cosa conseguida en este caso>>.
Llegamos a la intervención de la autora, como siempre didáctica, amena y directa, nos comentó algunas particularidades del libro y nos sumergió en la idea de ver las cosas desde una óptica positiva, no por ello irreal, sino solucionable, en caso de problemas y de disfrute compartido, en la alegría.
Su labor como pedagoga hace que nos hable con verdad y haciendo hincapié en las cosas en que cree:
<<Se tiene que conseguir que el argumento y texto, lo haga suyo el lector, que se identifique con lo escrito>>.
Finalizó con ese <<tempo>> tan grato para el autor, como es la firma de ejemplares, donde acudimos para llevarnos el recuerdo y libro, para solaz y disfrute.