Son días para estar con los amigos, en distendida tertulia y excelentes momentos de celebración, tampoco importa mucho lo que se celebra, acaso el encuentro, verse de nuevo o sentir el cariño y la hospitalidad de sus gentes. Y por qué no decirlo, perderse en la naturaleza y gritar, también es un bálsamo.
Deambular por la feria y “cervecear” en los chiringuitos, también cuenta.
La fiesta de los toros no puede faltar con sus vaquillas, día de rejoneo y festival taurino, en la tarde de domingo donde con cuatro toros de la ganadería de “Sorando” y cuya lidia, en esta oportunidad, estuvo a cargo de Morenito de Aranda y Rubén Pinar, quienes cortaron (2) y (3) orejas respectivamente, con salida en hombros. El pueblo vive con pasión la fiesta y todos <<presumen>> de saber mucho de toros desde la barrera, es lo que toca.
El ambiente es de lujo y siempre queda la buena noticia de una opípara cena regada con caldos de la zona, para ir poniendo fin al agosto <<locuelo>> del año en curso, con días cálidos, noches frescas, aparato eléctrico a ratos y algunas gotas de lluvia, todo previsible, todo bello y todo lleno de sensaciones que te hacen sentir activo.
