Francisco Ponce Carrasco

Falla Juan Bautista Vives: Fallera Mayor 2020 – El Ventanuco

<<Tras este acto, que agradezco a todos, siento con fuerza  la felicidad de ser Fallera Mayor, de mi admirable falla>>

Llegó el día 18 de octubre 2019, señalado para la exaltación de la Fallera Mayor de una falla de solera, la comisión y junta rectora trabajó para preparar el evento y darle a su máxima representante femenina, el rango y altura debida para su reinado en las fiestas Josefinas del año 2020.

La sala Canal de Valencia, repleta de público, abrió el carmesí telón de su escenario, para traer el <<olimpo>> a la presentación de Sonia Ponce, su Fallera Mayor o elevar el evento al <<olimpo>>, da igual, pues el lance fue muy sorprendente, simpático y acertado, elevado a la majestad de los <<dioses mitológicos>>, el “apropósito” bien interpretado por miembros de la comisión, con luces rutilantes y estridentes truenos, que pusieron intriga en el espectáculo.

Actuaron de conductores-presentadores del evento: Carmen Palanca y Alberto Boix, uno en lengua valenciana y otro en castellano, que solicitaron la entrada de la Real “Senyera” y los estandartes de la Falla que tutelarían toda la ceremonia.

El Presidente Luis Soria, caminó por el pasillo de honor hasta el escenario y el momento estelar de la noche se hizo presente, tras un respetuoso silencio se oficializó el nombramiento de Sonia Ponce Giménez como  Fallera Mayor para el año 2020, una fuerte ovación retumbó en el salón y con la galanura y donaire que le caracteriza, Sonia recorrió despacio los metros alfombrados que le conducirían al instante cumbre en que por parte del presidente se le impuso la “banda” acreditativa.

Una vez investida del cargo se nombraron a las falleras de la corte de honor, quienes a su vez recibieron la imposición de su “banda” de manos de la nueva Fallera Mayor.

Tras pasar todos al fondo del escenario se compuso el cuadro de falleros y falleras, junto al sillón que la Fallera Mayor ocupaba.

Francisco Ponce Carrasco ejerció de mantenedor y le dedicó un próvido y emotivo discurso a su hija Sonia, ensalzando sus virtudes, al tiempo que le sugería la pertinente empatía, humildad y “sonrisa” para con todos, haciendo de estas próximas fiestas unos días de concordia y familiaridad, representando a la mujer valenciana en su demarcación.

En un momento de su alocución dijo:

Tu madre y yo, ya te vemos caminando con paso “tembloroso-firme”, por ese; <<emblemàtic carrer del Micalet, amb el cor obert ple de fervor, fins a desembocar a la plaça de la verge, on t’espera la imatge de la Mare de Déu dels Desemparats, nostra patrona>>, más de una lágrima de emoción se deslizará por tu mejilla.

Tras esta primera parte les dedicó a todas las falleras de la Corte de Honor, un bonito relato-cuento sobre el traje de valenciana y su significado, además de ensalzar la belleza de estas galas. Un texto con su poquito de humor, que gustó a los asistentes, quienes le regalaron un prolongado aplauso.

La programación siguió con una alegoría a la procesión de la “Virgen de los Desamparados”, portando por miembros de la comisión, una pequeña imágen propiedad de la falla, que las falleras cubrieron de pétalos de flores, como una ofrenda anticipada.

Luego todos en el escenario, realizaron  un baile sorpresa que resultó, <<resultón>>, y puso la sonrisa en falleras, falleros y público en general, con esto, la exaltación de la fallera mayor tocó a su fin teniendo que felicitar a Carlos (Xarly), por la fluidez del acto, no exento de belleza, notándose su mano experta como organizador.

Los presentadores continuaron el evento, llamando a las fallar amigas de la  «Agrupació Falles Olivereta», que tuvieron a bien acudir al acto y que fueron dieciocho,  incluyendo a una entidad de honor y a la hoguera de San Vicente del Raspeig (Alicante) “Parc L´hort de Torrent” que ostenta el rango de hermanamiento, con esta falla.

Como es costumbre y protocolo de esta comisión, se cerró la noche cantando – todos en pie – el himno a Valencia.

Una jornada para el recuerdo, cuajada de   emociones, que nunca se olvidan