Francisco Ponce Carrasco

Alejandro Font de Mora, llena el “Ateneo” – El Ventanuco

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Tres libros, tres “chispazos de vida” por Alejandro Font de Mora, trabajados con rotunda y preciosa poesía

La mesa presencial ocupada por Guillermo Carnero, Ricardo Bellveser, Carmen de Rosa, Juan Montero y Alejandro Font de Mora, ya auguraba una tarde “docta” y lo fue en el dominio de la palabra y criterios acertados de los ponentes, que además de sorprender con su buen hacer, también lo hacían, por su cercanía y visible afecto por el autor, Alejandro, que nos proponía tres importantes títulos: “Teselario”, “30 Tangos y Canciones” y “Baile de Máscaras”.

Ricardo Bellveser, fue quien abrió la tarde-noche dirigiéndose al mucho público a quien en nombre de la mesa, autor y suyo propio, agradeció su presencia, pasando a la presentación de los compañeros y especialmente a Alejandro, con quien comparte entre otras, la pasión por la poesía.

Juan Montero, fue el segundo en intervenir, quien quiso poner en valor el libro dedicado a los tangos, diciendo:

<<La letra de los tangos, son poesía de elevada calidad – no siempre valorada – por cuanto suelen tener un tono de desgarro y desesperanza, pues bien en los poemas de Alejandro, que podrían perfectamente ser “musicados”, sobresalen alguno que son letras de esperanza y de amor, por lo que calificó al autor de vanguardista para el género, por su novedad y sin renunciar al espíritu tanguero>>

Nos podríamos recrear en la mucha información que sobre Argentina y en especial Buenos Aires y el tango, nos reveló dado su conocimiento sobre el tema y propias vivencias, pero no sabríamos hacerlo con su soltura.

Llegamos a la exposición de Guillermo Carnero, que además de basarse en la personalidad del autor quiso aportar unas pincelada sobre cada uno de los tres volúmenes, que condujeron a la mejor compresión de porqué su aparición conjunta, además prometió ser breve y lo cumplió, cosa poco habitual en estos lances.

En la parte central intervino, Carmen de Rosa, quien agradeció que un evento de esta importante imagen y calado, se realizará en el Ateneo Mercantil de Valencia que preside, sabedora de que el prestigio de la entidad está alcanzando cotas de máximo interés, gracias a estos y otros eventos de variada índole que se están produciendo, en muchos de ellos de la mano de Vicente Bosch, miembro de la junta.

Llegado, se hizo pues, el momento de la intervención de Alejandro Font de Mora, persona acostumbrada a dirigirse al público, como docente, medico, habiendo ocupado importantes cargos como consejero en el ámbito de la educación, cultura y deporte, también Portavoz de la Comunidad Valenciana y diputado de las Cortes. Comenzó en tono pausado y de esta guisa expuso lo siguiente:

<<Son tres libros los que hoy traigo a esta presentación, tras muchos años casi 30 de silencio en publicaciones, que no en producción, pues siempre estuve escribiendo “pulsiones” y/o experiencias sobre mis múltiples facetas,   ahora, ya jubilado, tomé la decisión de sacar de los cajones donde dormían estos escritos, ordenarlos y buscar editor, y lo encontré –puntualiza- en la editorial ”Ole Libros”, de la mano de Toni Alcolea y su equipo, a quien agradezco tan buena acogida>>.

Tras descubrirnos diferentes matices, anécdotas y otros “detalles” que nos acercaron a su personalidad, trayectoria y obra, confesó que estaba deseoso de recitar, quería ver si podía modular con su voz la fuerza de sus poemas realizándolo con la pasión que había puesto al crearlos, y pidiendo permiso al púbico se lanzó.

Bajo un silencio omnímodo, recorrió, pasajes y poemas, produciéndose una fuerte explosión similar al estallido de tres potentes “carcasas” – permitan que lo asimile a la fiesta fallera, pues en el momento de escribir esta información estamos en plenas fechas de este celebración-, explosión, de emociones agolpadas y dispersas a su vez, que fueron correspondidas con clamorosos aplausos de toda la sala, tras cada intervención.

Alejandro Font de Mora, estaba exultante, emocionado, gozando y los presentes también, caló, caló y lo hizo con verdad.

Muchos son los temas, que seguro merece la pena leer, recrearse y disfrutar, como así lo entendió el público que compró los libros y formó la tradicional “cola”, para la firma de ejemplares que complacido el autor dedicaba y firmaba.