El 12 de agosto se celebra esta efemérides, impulsada por la Fundación para la “Reintroducción de los Elefantes”
Este paquidermo, de siempre, ha ejercido una fascinación para los humanos, en las historias narradas, utilidades y objetivo de cacería, por muchos motivos y creencias.
A principios del siglo pasado se contabilizaron unos cinco millones de elefantes solo en África. Actualmente, se estima una población a nivel mundial de 600.000 ejemplares. El principal motivo de esta disminución radica en la elevada rentabilidad, producto del comercio ilegal de marfil.
Existen dos especies de elefantes: africanos y asiáticos, pertenecen a la condición de mamíferos herbívoros, de gran tamaño y peso, con la piel muy gruesa y dura, su periodo de gestación es de veintidós meses.
Pueden pesar hasta ocho toneladas y al alcanzar la edad adulta miden
Una vez descrito el elefante de forma somera, diremos que el principal riesgo que afrontan los elefantes en el continente africano radica en la caza furtiva e indiscriminada de esta especie, para la comercialización ilegal de sus colmillos.
Unimos a lo anterior, la expansión agrícola, la deforestación de grandes superficies y la proliferación de plantaciones para la producción de aceite de palma, que se ha incrementado en las últimas décadas. Igualmente, destaca la construcción de infraestructuras (caminos, canales, tuberías). Esto afecta significativamente al entorno natural y rutas migratorias de los animales salvajes.
Podemos contribuir a la protección de los elefantes, no adquiriendo objetos hechos con marfil y no apoyando la exhibición de elefantes en espectáculos de entretenimiento.