Cuando pienses que nadie te comprende, el chocolate está ahí
Esta fecha tan sabrosa y tentadora surgió en el año 1995, como homenaje al escritor británico RoaldDahl, autor de la magnífica historia «Charlie y la Fábrica de Chocolate».
Pero el CHOCOLATE tiene una antigüedad de al menos 3000 años y por supuesto muchas historias y fábulas, tan energizante como él.
Dicen los adictos que Madame de Pompadour recomendaba el chocolate como afrodisíaco y que Casanova lo prefería al champagne por sus propiedades seductoras.
En todo el mundo proliferan los “clubes de fanáticos del chocolate”
Incluso existen publicaciones mensuales que se imprimen con tinta perfumada al chocolate.
Su nombre botánico, Theobroma Cacao, significa “alimentos para los dioses”, pero los vulgares mortales parecen aficionarse a él con la misma facilidad.
Al cacao, fruto de un árbol llamado Cacautero, los aztecas lo llamaban cacahuatle y a la bebida que preparaban con él chocolatl compuesto de la palabra mexicana “atl”, que significa agua y “choco” que es el ruido que hace el líquido cuando se bate con el molinillo.
Existe documentación que lo sitúa en un amplio espacio previo al período precolombino, durante el que se desarrollaron las cuatro quintas partes de la vida del chocolate. El origen puede ser tan remoto como la civilización “Olmeca”.
Lo que sí está claro es que el chocolate fue una bebida casi sagrada en tiempo de los Mayas, entonces un néctar que se ofrecía a los dioses, y en época de los aztecas, símbolo de la sangre
Por ese entonces, los indígenas preparaban el chocolate con agua, maíz cocido, miel y algunas hierbas.
Cortés mandó a España la semilla del cacao, donde la bebida de chocolate fue calentada y se le agregó azúcar, canela, huevo, almendras y vainilla.
Celebremos este día con chocolate de una o mil formas, pero no se reprima, puesto que entre otras muchas virtudes se le atribuye también que alivia el estrés y mejora el humor por cuanto produce un aumento de la dopamina, conocida como la ‘hormona de la felicidad’.