Sí, Sí, ya lo sé y “amojamaos”, si nos referirnos a la situación política en general y de pandemia…
…ciertamente este titular surge tentador, pero en esta ocasión solo me quiero referir al clima, que por otro lado ¡Casi na!
Al año tenemos una fecha muy determinada: el “Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía”, que se celebra el 17 de junio de cada año.
El decreto fue establecido por la ONU, con el objetivo de crear conciencia de la importancia que tiene para los seres humanos y el planeta abordar y dar soluciones a los problemas de desertificación y sequía, que nos induce a una mayor reflexión sobre el hecho de que la tierra se está secando de manera evidente.
La amenaza es muy real: según los especialistas en desertificación de las Naciones Unidas, dentro de solo quince años, la escasez de agua en lugares áridos y semiáridos podría obligar a desplazar a unos setecientos millones de personas en el planeta.
La degradación de los suelos en distintas regiones del mundo, se produce como consecuencia de las continuas actividades
Por esta razón, hoy más que nunca se requiere la adopción de políticas de estado que ayuden a neutralizar la degradación de los suelos y donde todos los organismos involucrados asuman el compromiso para el logro de este objetivo, mientras cada uno de nosotros busquemos la oportunidad de <<plantar un árbol>>, si fuese posible.
Como lema para el futuro más inmediato pensemos en «Alimentos, Forrajes, Extensivos», para grandes superficies, creando cultura de verde en la población, y comenzar a realizar cambios en nuestro estilo de vida, reduciendo de esta manera el impacto negativo que venimos causado a los suelos durante décadas.