También es cierto que el regocijo provoca manifestaciones de todo tipo, desde saltos, aplausos, bailes… Cada persona la manifiesta de forma diferente pero siempre visible en su rostro y expresiones corporales.
Realmente dependerá mucho de las circunstancias y personas a la que preguntes, abran a quienes le produce alegría estar tumbados en una hamaca de una playa caribeña, observando plácidamente amaneceres y crepúsculos.
Para otros, la alegría es hacer una buena caminata en la montaña, escuchar un chascarrillo ingenioso, observar las particularidades y sorpresas de la vida, o reunirse con antiguos amigos, actualmente tan en deterioro por la situación epidémica.
Lo que sí es cierto es que una persona alegre es más atrayente, tiende a estar más sano, a superar las dificultades, y provocar alegría a las personas que tiene alrededor.
Este estado mágico se multiplica exponencialmente, así que te animamos a compartirla para que más personas se contagien de este sentimiento, uno de los más hermosos que puede tener el ser humano.
Por último, haremos referencia a una frase de Benjamín Franklin que dice:
<< La alegría es la piedra filosofal que todo lo convierte en oro>>