“Una vez que representes a un payaso, jamás volverás a ser el mismo”
Siempre me gusto la <<NARIZ ROJA>>, es un honor emular a los payasos con respeto, sentido lúdico, espectáculos o simplemente actos benéficos.
Los resultados de una tesis publicada en el Journal of Psychology de Europa el año pasado encontraron que la intervención del payaso redujo los síntomas psicológicos de los pacientes adultos estudiados, lo que finalmente mejoró su bienestar emocional general.
La mayoría de los estudios que investigaron el cuidado de los payasos en el pasado se han centrado en los niños, pero esto solo demuestra que nunca se es demasiado mayor para encontrar consuelo en sus formas extravagantes.
Quizás los payasos no sean lo tuyo, pero si estás leyendo esto espero que al menos encuentres algo de alegría en saber el alcance emocional de esta profesión o actividad circunstancial.
Gracias a estas investigaciones que muestran a los payasos de una manera más positiva de lo que estamos acostumbrados, cada vez los amamos un poco más, por cuanto las funciones de un payaso hablan mucho sobre la bondad humana que existe en este mundo todavía, a pesar de periodos <<raros>>, como los actuales.
Y es que la risa tiene efectos beneficiosos para la salud, pues fortalece el sistema inmunológico, reduce los dolores, alivia el estrés y las depresiones. Por otro lado, reírse conecta con la flexibilidad, la tolerancia, la creatividad, la espontaneidad y te permite ver la realidad desde lo positivo.
¡Cuidado! La risa debe ser compartida, nunca reírse de los demás, sino “Con los demás”
La “Risoterpia” es una forma de dinamizar y aprovechar las sinergias terapéutica del sencillo acto de reír, los participantes aprenderán ejercicios que puede realizar todos los días para conectarse con el placer y la risa, esta última incluida entre las llamadas emociones positivas.
Pero lo realmente práctico es tener un buen sentido del humor y ejercitarlo