Francisco Ponce Carrasco

Abuelos, Padres, Alumnos y Profesores – A TODA COSTA

Francisco Ponce Carrasco reflexiona con humor y cercanía sobre el regreso a las aulas, un reto compartido por abuelos, padres, alumnos y profesores. Entre anécdotas, consejos y optimismo, el texto ofrece claves para transformar la vuelta al colegio en una oportunidad de aprendizaje, motivación y unión familiar. (NOTA de redacción)

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Como siempre, ¡el regreso a las aulas es solo el comienzo de un nuevo ciclo lleno de oportunidades para aprender y crecer!

La vuelta al colegio después de las vacaciones de verano: un acontecimiento que, cada año, se convierte en todo un reto para el colectivo de padres, abuelos, alumnos y docentes… Después de semanas de relax, sol, siestas a la sombra y días interminables de piscina, el regreso a la rutina escolar puede ser, como mínimo, un desafío.

Y no solo para los niños, sino también para los adultos implicados. ¿Cómo hacer que esta transición sea un poco más suave y, por qué no, divertida?

Los abuelos, aunque siempre con la mejor de las intenciones, se enfrentan a un doble desafío. Primero, se despiden de los nietos que, durante el verano, se convierten en su compañía constante, y segundo, deben asumir el papel de soporte emocional (y a veces logístico) para los padres.

Una ocasión para aprovechar y recordarles a los pequeños lo importante que es la educación, el conocimiento y la cultura, pero sin ser demasiado sermoneadores. Los abuelos tienen ese toque único para contar historias y anécdotas, así que ¿por qué no compartir algún relato nostálgico sobre cómo eran las cosas en sus tiempos.

Para los padres, la famosa vuelta al colegio puede sentirse como un maratón en el que el primer kilómetro se corre con la mochila, el segundo con la planificación de horarios y el tercero con las compras de última hora.

La presión por organizar uniformes, material escolar y las famosas reuniones de inicio de curso puede generar un estrés considerable. Además, se enfrentan a la tarea de lograr que los pequeños dejen de vivir en el modo “vacaciones” y entren en el de “¡a estudiar!”

Para los niños, la vuelta al colegio es sinónimo de abandonar los días de libertad para enfrentarse a los deberes, las clases. Los primeros días son los más difíciles, y es común que haya resistencia. ¿Quién quiere dejar atrás las largas horas de videojuegos o de tardes sin horario fijo para levantarse temprano y volver a escribir dictados?

Recordarles que el colegio no es solo estudiar, sino también hacer nuevos amigos y descubrir cosas increíbles. ¡Ah, y nunca subestimen el poder de una buena merienda post-escolar!

Los profesores también sienten cierta presión. Después de unas largas vacaciones, volver a enfrentarse a un aula llena de energías renovadas, pero también de alumnos algo desordenados, requiere paciencia, organización y una buena dosis de optimismo.

Comiencen el curso con actividades dinámicas que fomenten la integración y la motivación. El buen humor y el toque creativo pueden ser la diferencia para que el alumnado se enganche de nuevo.

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