A TODA COSTA

Artículo breve y cercano de (Francisco Ponce Carrasco), que invita a arrancar 2026 con cambios reales: menos lista de propósitos imposibles y más actitud, humor, paciencia y disfrute de lo cotidiano. Un mensaje optimista para aprender a reír, valorar, pequeñas victorias y convertir el año nuevo en transformación auténtica. (NOTA redacción)

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Venimos de Campanas, Uvas y Cava…

¿Y si el 2026 nos sorprendiera con una buena transformación cierta y real?: Entramos en enero con la promesa de ser mejores, de hacer ejercicio físico, comer más sano, de cuidar a los mayores, que la empatía sea un dogma (lo prometemos cada año). Pero… ¿Qué tal si, en lugar de solo esperar que el año cambie, nosotros también lo hacemos?

Porque seamos sinceros, 2025 estuvo lleno de oportunidades perdidas. Pero, ¡qué importa! Lo deseable es no perder la esperanza de que podemos ser la versión mejorada de nosotros mismos.
Entonces, ¿Qué necesitamos para que el 2026 sea realmente mejor?

Un poco/mucho de actitud, un cambio de perspectiva. En lugar de escribir esa lista eterna de cosas por mejorar (que sabemos que vamos a abandonar después del primer “Tinto de verano”, en invierno), empecemos con algo simple.

Aprender a reírnos más, disfrutar de las pequeñas cosas, ser pacientes y humildes. ¡La vida ya es bastante seria por sí sola!

Porque, al final, el gran cambio no siempre viene de hacer grandes cosas, sino de saber disfrutar de lo cotidiano, de esos momentos que muchas veces pasamos por alto mientras estamos obsesionados con todo lo que no hemos hecho todavía.

Así que, ¡El 2026 nos sorprenda! Y si este año aprendemos a reírnos de nosotros mismos, a ver lo bueno en cada día y a disfrutar de las pequeñas victorias (como llegar a fin de mes sin perder la cabeza), entonces sí, este será un año mejor.

¡Feliz Año Nuevo! a todos. ¡Con energía renovada para hacer un cambio con verdad!