– Pues sí señor, amigo pecho amarillo, este verano será de mucho calor.
– Lo aguantaremos cabeza roja, a fin de cuentas lo trae la estación.
– Yo me marcho de vacaciones a “Punta Cana”…
– ‘Canas’ que tienes de viajar, con lo bien que se está en casa.
– Veras me han dicho que en España la gente se queda en la península, los del centro marchan a las playas y los de la costa a recorrer el centro , pero no salen al extranjero por culpa de la crisis y de que el euro baja, con respecto al dólar.
– Cosas de humanos… yo que tengo mi propia compañía de vuelo (yo mismo) pienso salir volando – nunca mejor dicho – a la punta esa del pelo blanco, que está, tan de moda.
– Vale…vale, pecho amarillo yo me quedo en Torremolinos que vienen unas loritas suecas, que quitan las plumas…
– Hasta pronto, cabeza roja.
– Que lo pases bien.
El parque se abría y ambos tenían que dejar de soñar, para acudir a la misma rama de siempre, junto a las mismas plastificadas flores de siempre… escuchando a los turistas las mismas frases de siempre. ¡Que bonitos colores! ¡Mira que pico tan grande…! entre otras obvias apreciaciones.