Francisco Ponce Carrasco

Miedos – El rincón de Mamen.

La mayoría de las personas, tiene temor de alguna cosa. Y yo no soy la excepción.

Todavía recuerdo que cuando era pequeña le tenía terror a la oscuridad. Incluso poseía un amuleto que me acompañaba en las tenebrosas noches. Me costó dejar de dormir tapada hasta la cabeza, espantada por los ruidos nocturnos. Entonces imaginaba que volaba entre las tinieblas.

Siempre me ha gustado explorar, cuando iba de vacaciones a la casa de mis abuelos, cruzaba el río por aquel antiguo puente de piedra, cuyo pretil derecho se desmoronaba con el paso del tiempo, y me adentraba por la arboleda, hasta que el sol comenzaba a ocultarse.

Caminaba por un bosque muy extenso, había un lugar donde los álamos apenas dejaban ver el cielo. Era parecido a un túnel de ramas y hojas…siempre llegaba a la entrada, pero no lo atravesaba. Invadía mi cuerpo una extraña sensación que me comprimía los poros de la piel, entonces simplemente regresaba. Un día pude reunir valor y lo crucé, armada con un grueso palo.

Todavía le temo a las arañas…no es un miedo que me domine. Pero agradezco ser más grande que ellas y poder pisarlas. Lo bueno del miedo, es que tienes la oportunidad de superarlo. Y eso me gusta. Es como una cadena de desafíos que te impones vencer, cuando lo consigues, te haces más fuerte.