Con énfasis, cuenta como llegó la idea de este reloj para Alfambra, así como que a través del tiempo, el sol ha representado los cambios climáticos y la única manera exacta de medir los días entre una estación y otra.
La ermita de Santa Ana – donde se encuentra el reloj – es otro lugar de sumo interés por su historia y por cuanto recientemente se ha descubierto un conjunto mural gótico del siglo XV con un retrato inédito de los Reyes Católicos.
El “Museo de la Remolacha Azucarera”, conocido con el acrónimo de Murea,
La subida al Castillo, permite observar de cerca el enorme ‘Sagrado Corazón’ de piedra, que junto con la excavación arqueológica, constituyen otro espacio de interés, al tiempo que sirve de magnífico mirador hacia los cuatro puntos cardinales de la Villa de Alfambra y su valle.
Todos los galardonados en esta IV edición coincidieron en afirmar, que recibieron dos premios, el que correspondía a su trabajo y el del afecto y amabilidad de las gentes de Alfambra, desde autoridades a organizadores, que fue para ellos una experiencia interesante y grata para recordar siempre.