Francisco Ponce Carrasco

Todo menos el presente

Caigo en la cuenta de que hoy me asaltan dudas, se aferra a mí una extraña mezcla de melancolía e inconformismo. Quizá mis hormonas huelen la primavera.

Amanecí más o menos contenta, me prepare el desayuno a base de copos con fibra en un tazón de leche desnatada, después abrí un yogurt para potenciar mis defensas, por ultimo me puse un sucedáneo de mantequilla ‘Light’ para cuidar la línea, y me bebí un vaso de agua recomendada para una mejor hidratación de la piel.

Salí a la calle, cogí mi pequeño utilitario, lo encontré lleno de excrementos de paloma, que en buen numero solían cobijarse por las noches, en la cornisa del edificio contiguo a mi casa, quizá por esta circunstancia, casi siempre había sitio para estacionar.

De camino a la oficina del banco donde trabajo, sufrí seis colapsos de tráfico, uno más que ayer, lo que me permitió reflexionar sobre una idea que me martiriza últimamente. Pienso que nací en una época equivocada, por algún capricho del destino vine a caer en el hoy. Me hubiera gustado vivir en el pasado, en la época de los exploradores, conocer aventuras de barcos y piratas o entre castillos, princesas y caballeros, cuando el honor era una virtud, y la sed apagada con agua de frescos y transparentes riachuelos, cuando el hambre era saciada en los bosques, con arco en mano, o recolectando frutas.

Pero también me gusta el futuro, explorar el espacio, visitar otros planetas, conocer alienígenas. Vivir ahora la tecnología del siglo XXII. Si tuviera la oportunidad de pedir un deseo, solicitaría una máquina del tiempo. Reencontrarse con los hechos relevantes de la historia sería fabuloso, y experimentar en carne propia, por adelantado, todo lo que esta por acontecer…me hechiza.

Se preguntarán “¿Que demonios se fumó esta mujer, de buena mañana?” Nada señores…sólo es una sobredosis de fantasía y ciencia ficción, que me permite soportar mejor los atascos y la rutina de mi trabajo. Pero… ¿verdad que sería fabuloso?

El Rincón de Mamen.