Permítanme la licencia de contarles que para mi pequeño huerto-jardín, he contratado mano de obra competente y lozana, puesto que al no poder cuidar las flores personalmente, tuve que poner finas manos, con guantes eso sí, que con primor, abonen y le hablen a las plantas, ya saben que los frutos y flores precisan del cariño, y agradecen se converse con ellas durante su cuidado.
Lo malo de esta ‘innovación’ es que mis vecinos, dándose cuenta de mi perspicacia, se pasan el día rondando mi jardín para aprender nuevas técnicas de horticultura y floricultura, que la encargada del mantenimiento les muestra generosamente.
Convendrán conmigo que la mano de obra, sino ‘barata’, si es lucidora y algún que otro: Narciso, Florencio, Ber-nardo, Jacinto, Florián, Crisantemo y varios ‘capullos’ más, se pasan las horas muertas, contemplando mi parcela.
Sí se animan les facilito la ubicación y se unen al grupo. ¡Están invitados a conocer, la más avanzada tecnología en jardinería de futuro!