Y conseguirlo lo consiguió. Sobre la hora anunciada llegaron al campo “El Olivar”, feudo futbolístico del Club Atlético Caudiel, que era el oponente en tarde de sábado, pues el club de esta localidad había solicitado se anticipara la fecha y el Castellnovo, siempre correcto aceptó.
El campo de césped irregular y algo estrecho, se llenó de ruido y humo por el disparo de una traca detrás de una de las porterías, coincidiendo con el momento en que Segismundo y su amigo entraban, esto le produjo mal presagio a “Segis”, si bien pensó para sus adentros, ‘mucho ruido y pocas nueces’.
Se equivocó pues fueron cinco ‘nueces’, goles, los que encajó el Castellnovo C.F.
– Mira que hemos hecho un partido malo, sin empuje ni pases, todos en un
Segismundo estaba contrariado más que por el resultado de 5 -0 – que también – por como se había jugado.
Con toda probabilidad había sido el partido más negro de lo que corría de temporada, mal resultado, juego anodino, sin inspiración y un lesionado de cierta importancia, Chimo, el portero cayó en un lance con un fuerte golpe en su rodilla y tuvo que ser retirado en brazos por las asistencias y compañeros. Todo está a esperas de las pruebas y diagnóstico médico, para decidir si es operado o no.
– Lo siento, de verdad, por Chimo, pero además nos quedamos sin uno de los dos buenos porteros, que tenemos, veremos como nos las apañamos.-
Roberto que iba al volante también estaba serio pero, Segismundo resultó ser el ‘animador’ y le dijo:
– ¡Naaaa!, Roberto, que este partido marcará un antes y un después y en los próximos encuentros volverá la ‘garra’ que teníamos antes.-
Cuando llegaron a casa Segismundo le pidió a su mujer una ‘aspirina’, que se tomó con un café calentito y sin dejar de murmurar.
– ¡Ese nueve del Caudiel!, era rápido y bueno el condenao.-
Fotografía: Eva Aparicio