Estamos en época de incertidumbres «sanitaria – económica – social», donde nada es seguro y todo probable.
Un mayor grado de incidencia se produce en la pequeña empresa donde alcanza el calificativo de dramático, que habrá que tomárselo con su poquito de resignación y su <<muchito>> de humor en espera de tiempos mejores.
Verán, la propietaria de una afamada tienda de barrio con moda de lo más actual recibió, hace algún tiempo, una llama al móvil, por parte de una señora que disponía de posibles,
Animada se sentó a la puerta de su establecimiento, ilusionada primero, impaciente después y algo mosca al paso de los días, pues la comunicante no aparece.
Tras unos momentos de sollozo interno…, persiste en la espera y sabe que algún día vendrán, quizá cuando la economía, los temores y especialmente los actuales malos tiempos, cambien a mejor o los hados nos sonrían.
Ser perseverante es una virtud, dice un proverbio chino, que en esto de la <<paciencia>> son unos maestros.
Lo importante será llegar a verlo.