La escritora nacida en Querétaro (México) quiso visitar el Oceanográfico que se encuentra dentro del magno complejo de la ‘Ciudad de las artes y las ciencias’ de Valencia.
La mañana gris, mostraba sol y nubes con un ‘airecillo fresquito’, cosas de la incipiente primavera.
El espectáculo es digno de admirar y Marichu ‘toda fantasía’ reconoció de entre los delfines a algunos de sus personajes.
La exhibición fue amplia y la escritora tomaba nota de cada escena, quizá en su fértil imaginación se estaba fraguando el proyecto de un nuevo relato sobre piruetas y acrobacias de estos magníficos animales.
A pesar de que el cielo preñado de nubes presagiaba lluvia, como el entorno era grato y atractivo, se completó el recorrido que finalizó con una opípara comida en uno de los múltiples restaurantes del complejo. Claro que lejano de las deliciosas: Enchiladas Querétanas, Gorditas de migajas o Guajalotes.
Valencia una vez más fue seducida por la afabilidad de Marichu Fernández.