Genaro comió en casa de su amigo, ¿Cómo se iba a perder tan exquisito puchero?, luego esperarían al hijo de este, para que les llevara a la localidad de La Llosa, en donde el Castellnovo tenía partido con el equipo de la localidad.
Cuando llegaron, cinco minutos antes de las cuatro, hora del encuentro de fútbol, se encontraron con un campo de césped artificial en muy buen estado, el resto de las instalaciones ya era otro cantar, grandes cercas metálicas y puertas principales de acceso cerradas con cadena y candado, una abertura estrecha servía para entrar, sin gradas, mediocres bancos de metal proporcionaba la posibilidad de sentarse a unos pocos, el campo Municipal de “José Martinez”, propiedad del C.F. La Llosa, no era un lugar acogedor.
De esta guisa se ubicaron los tres como pudieron, a la espera de que comenzara el encuentro, el C.F. La Llosa se encontraba en la clasificación por delante del Castellnovo, si bien en la visita de estos, en la primera vuelta, fue claro vencedor el Castellnovo C.F. en un partido con malos modos por parte del equipo visitante y cuerpo técnico.
-Hoy ganamos también.- afirmó Segismundo que se frotaba las manos mitad ilusionado mitad congelado de frío.
Dio comienzo la contienda con propuesta de buen fútbol, por parte del Castellnovo que metió un primer gol sobre el minuto seis, desde la media distancia, por parte de (Borja).
-¡Gooolazooo!.- gritaron los tres apiñados junto al bastante público que sigue al Castellnovo en sus desplazamientos.
Al filo de la media hora de juego se señala un penalti a favor del equipo de La Llosa, que se convierte en el gol del empate, la reacción del conjunto blanquinegro es magnífica y en el minuto 33 (Manolo) pone el 1-2 en el casillero, apenas un minuto más tarde (Adrian) el 1-3 y a poco de finalizar la primera mitad, La Llosa, consigue un nuevo gol, retirándose al descanso ambos conjuntos, con el marcador de 2 – 3.
Segismundo tenía la garganta seca de tantas emociones de ida y vuelta, le acercó cinco euros al hijo de Genaro y le dijo:
-Anda tráenos dos refrescos y tu tómate lo que quieras.- el ‘chaval’ rodeó la intrincada cerca para poder llegar, fuera del recinto, a una especie de ‘chiringuito’ del club donde vendían bebidas.
-Ya veremos esta segunda parte.– dudó Genaro.
-Ganamos hombre, que la defensa contraria es muy de ‘patadon y tente tieso’.- Segismundo seguía con la moral intacta.
La segunda mitad trascurre en un toma y daca, sin que se altere el marcador y con el equipo propietario del terreno presionando, el portero del Castellnovo C. F. (Chomi) hizo varias paradas de gran merito.
-huy…huy.-
Tranquilos que tenemos ‘porterazo’, decía “Segis” hasta que llegó en las postrimerías del encuentro, un contragolpe muy elaborado del Castellnovo C. F., que sorprende de nuevo a la floja defensa del equipo local y (Villarroya) sentencia el encuentro con el definitivo 2 – 4.
El regreso fue relajado y satisfactorio, se comentaron varias jugadas, sobre todo Segismundo solo tenía una frase.
-Esto ha ‘cambiao’, vamos a realizar una segunda vuelta de ‘narices’.
Sus compañeros de viaje asentían con la cabeza, contagiados del vaticinio de “Segis”.