Francisco Ponce Carrasco

Castellnovo C.F. – Una semana agitada

Habían pasado ocho días intensos, que transitaron de la indignación a la reflexión, del propósito de enmienda a la ilusión renovada.

Segismundo, como la mayoría de los aficionados, jugadores, cuerpo tecnico y directiva del Castellnovo C.F. habían peregrinado por este proceso y puesto que en la vida es bueno hablar, se habló, y se trató de asumir carencias y corregir errores, eso sí desde la educación y el positivismo.

Este domingo se jugaba un partido, en teoría más complicado que el del anterior, si nos atenemos a la trayectoria de los equipos en la tabla clasificatoria y a su historial, pero el fútbol es grande por lo imprevisible.

-Yo me llevo merienda que el partido comienza a las seis de la tarde.- dijo Genaro, que no se perdía una en lo tocante a obsequiar a su estomago.

-Le diré a María que nos ponga algún dulce.-

-Eso, eso y si tiene ‘rollitos careaos’ mejor.- aprovechó Genaro.

(Salida al campo)

Recuperada la ilusión Segismundo y su cuadrilla de amigos hicieron ‘piña’ para apoyar a su Castellnovo C.F. y se organizaron en varios coches – algún hijo tuvo que asumir el papel de chofer – y luego de comer, con el ánimo abierto a la esperanza, salieron hacia la bonita localidad de Estivella, para enfrentarse al equipo del mismo nombre, en el “Campo Municipal Bovalar”. Un terreno de juego cuidado y de césped artificial era el escenario de lo que debía ser un partido épico.

(Castellnovo C.F.)

Los jugadores del Castellnovo C.F. salieron animados, saludaron al público y parecían dispuestos a conseguir algo positivo.

Genaro que salen con ganicas.-

-Veremos, veremos lo que pasa.-

Y lo que aconteció fue que desde el principio mostraron entrega, lo que se tradujo en cierto dominio que dio su fruto en el minuto 33 tras una elaborada jugada y potente chut de (Pablo Beltrán), que puso el 0 – 1.

-Goooool, golazo, del Castellnovo.-

Luego callaron, se asustaron de su propia euforia, quedaba mucho partido, pero a diferencia de otras oportunidades, los jugadores no se echaron atrás y siguieron jugando con desparpajo, una buena señal.

En el descanso y apenas el árbitro hizo sonar el silbato, destaparon las viandas y dieron buena cuenta de ellas, ‘rollitos careaos’ incluidos.

(Comienza segunda parte)

La segunda parte comienza con igual intensidad por parte del Castellnovo, que cedió algo el medio campo, a ráfagas, por la presión de los locales. En el minuto 56, el Castellnovo C.F. es castigado con un penalti por manos, involuntarias a todas luces, dentro del área. Se ejecuta la pena máxima, el portero (Jacinto) y el larguero salvan la situación.

Sigue el juego con dominio alterno hasta que de nuevo el árbitro, de amarillo – mal fario – pita otro penalti en contra, por manos, en un balón suelto que rebota en el brazo de un jugador.

El revuelo es grande, las opiniones variadas:

-Será malo este árbitro, ¿pues no ve que el balón le rebota al jugador? – se indignó “Segis”.

-¡Impresentable, casero! – apostilló Genaro.

(Jugada)

Y algo de muy cierto tuvo que haber, puesto que unos aficionados del Estivella no sin contento – reconocieron que ellos de ser árbitros, no lo hubiesen pitado, pero…

Esta segunda pena máxima, sí acaba en el fondo de las mallas, era el minuto 67. Con este resultado y varios tiros a puerta, que pudieron decantar la victoria a favor del Castellnovo C.F., se termina en tablas la contienda, con el 1- 1.

De regreso, sabor agridulce, pero lo que no se podía poner en tela de juicio fue la entrega.

-Hoy vimos un buen partido.-

-Dirán que son los mismos jugadores y entrenador, es cierto, pero la actitud no era la misma de los últimos encuentros y siendo importante la ‘aptitud’ no lo es menos la ‘actitud’.- dijo Segismundo.

¡Toma filosofada!, ¿dónde has leído eso…?- rieron Genaro y los compañeros de viaje.