Francisco Ponce Carrasco

Jurados Literarios – El Ventanuco

Los que participamos en Certámenes Literarios modestos, somos escritores modestos.

No buscamos las dotaciones, sino el reconocimiento a nuestro esfuerzo.

Es hasta posible que no nos adornen excelentes cualidades literarias, o sí, pero en cualquier caso nuestros trabajos están realizados con ilusión, fe, y confianza en los ‘jurados’. Estos no tienen en sus manos unas simples hojas escritas, tienen amor por la literatura, esfuerzo para encontrar originalidad y creatividad, en algunos casos son narraciones de vivencias propias en un intento por sobresalir en aquello que no solo  agrada sino que  libera de los sinsabores que la vida  ‘regala’.

Es curioso el tiempo ilusionado que el prosista, poeta o dibujante, pasa desde que pone su obra al correo postal hasta el día previsto para conocer el fallo.

Cuantas cabalas se hacen: ¿Lo habrán recibido? ¿Estaré entre los finalistas? ¿Creo que por lo menos merezco el tercer premio? y  ¿porqué no el primero?, para terminar con un ¡Esta vez sí, estoy seguro que algún premio me darán!

Toda esta carga de emocionadas inquietudes se traslada a los jurados calificadores y por lo tanto estos reciben una responsabilidad que en ocasiones ni ellos mismos sospechan.

Comentarios como:  “Más malo no se puede ser” “Hay gente para todo” y otros…(si se producen),  están de más.

No se puede jugar a la ligera con los sentimientos humanos.

Es notorio que cada componente del jurado actúa con arreglo a sus gustos y preferencias, también aplica criterios según su formación. A todos no les puede gustar una misma cosa pero si puntúan con honradez su conciencia quedara feliz y su cometido cumplido. Dejen a un lado ‘los amigos’ ‘las recomendaciones’ y sean ecuánimes.

Me consta que existen concursos muy fiables que son serios y apuestan por la transparencia, ¡Gracias señores! Pues los que así proceden a todos nos deben merecer respeto. Te premien o no. Pues ante una media de trabajos presentados en cada certamen de 300-350 originales la lucha es grande y si alguien es mejor que uno pues ¡Enhorabuena!

¿Objetivo de este comentario? Agradecer las buenas prácticas de quienes tienen por oficio, devoción o azar la responsabilidad de emitir un juicio. Y si esto lo leyera quien en alguna ocasión no obró todo lo recto que debiera, que en adelante rectifique.

Si se mueve a favor de lo justo una sola conciencia, no será esta una opinión inútil.