Del 2 de diciembre de 2011 hasta el 15 de enero de 2012
Parece que la Navidad anima mucho más a entrar en el siempre fascinante mundo del circo. Es cierto que cualquier época del año es buena para contemplar una representación, sin embargo, insisto, el aroma a ‘palomitas de maíz’ calentitas y recién hechas, el rosáceo ‘algodón de azúcar’ que se te pega en la nariz, las humeantes ‘castañas asadas’, todo en rededor de las grandes carpas del circo llenas de murmullo y luces en espera de la función, tienen mucho de atractivo para pequeños y mayores en bulliciosas fechas navideñas y de reyes de oriente.
Se apagan luces, se encienden focos, la función va a empezar y la pista se llena de vida, payasos, acróbatas, guapas equilibristas… la magia se hace cierta.
Otros números expondrá a los tigres y trapecistas, el humor sigue alternando en la pista con los sempiternos payasos que nunca pueden estar ausentes.
El arte es la búsqueda constante de la belleza y la aspiración para conseguir siempre lo mejor. Unos cuadros de espectacular primor, te transportan al mundo de los piratas y te encuentras, secuestrado o voluntario, participe en sus más arriesgadas aventuras.
Su estilo es sobrio, razonado y medido, cifra la belleza en el equilibrio, la proporción y la armonía, cuando los trapecios se llenan de emoción y vuelan ángeles suspendidos de un pie en acrobacias imposibles que saben hacer posibles.
Sigo hechizado, perplejo de tanto frenesí, que se sucede número tras número, incansable dinámico bello.
Cuando finaliza, nos cabe el orgullo de saludar al gerente y amigo Javier Turiel, conocido actor de televisión, que está ejerciendo durante un tiempo de gestor y portavoz de este circo Wonderland, que al igual que otros, cada Navidad, vienen a Valencia para que pequeños y mayores pasemos unas horas disfrutando de la magia del circo. ¡Felicidades por vuestra oferta!
Fotografías de: José Luis Vila Castañer