Siempre han existido los ricos, una clase media alta, otra clase media baja y los pobres. Ahora se abre una significativa brecha en ‘caída libre’ quedando los ricos, que son más ricos que antes y los que amasaron dinero de forma fraudulenta. Desaparecen las clases medias que se han igualado a la baja, al tiempo que crecen las familias que caminan hacia el umbral de la pobreza.
Ante la desconfianza en la gestión de los gobernantes en materia económica, y perdidos los valores morales viendo el escenario de continuados desfalcos, corrupción y ‘mangoneos’ que se producen por doquier, lo primero que uno se pregunta es ¿Dónde irá a parar el esfuerzo que se nos pide a los ciudadanos mediante la subida de impuestos, la pérdida del poder adquisitivo de los pensionistas, las deducciones salariales a funcionarios, recortes en investigación, enseñanza y otras medidas? ¿En que se invertirá el sacrificio que se nos pide? ¿Quién garantiza que no se seguirá administrado mal?
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Demasiadas incógnitas sin resolver.