Francisco Ponce Carrasco

Explosión de flores en la ofrenda – Valencia 2012

Los días 17 y 18 de marzo son días de Ofrenda a la Mare de Dèu dels Desamparats, un evento que concentra a miles y miles de falleras y falleros que desfilan desde todas las arterias principales de Valencia hasta confluir en la calle de la Paz y San Vicente, las dos vías que finalizan en la Plaza de la Virgen.

Estos dos trayectos urbanos se convierten en un torrente humano por donde discurre una riada de ramos de flores, envueltos en intensos y emocionados sentimientos, que el pueblo valenciano ofrenda a su patrona.

Ambos días desde las 15:30 hasta pasada la media noche el espectáculo de colorido, belleza, exaltación a la mujer valenciana ataviada con sus galas regionales y seguidas de los falleros igualmente luciendo diversidad de trajes típicos valencianos, serpentean erguidos y en perfecta formación a su gran cita con la «Geperudeta», que les recibe majestuosa en la Plaza de la Virgen.

Con las flores de diversas tonalidades, previamente escogidas, se confeccionará un manto que cada año es diferente y que los más de 50 vestidores – todos voluntarios que realizan esta labor altruista por devoción – poco a poco van creando.

Este manto, que en la presente edición 2012 se le ha llamado «Flores desde el corazón», representa todo lo que el mundo fallero ofrece en enfervorizado sentimiento a la Patrona de Valencia y esta formado por unos 70.000 ramos.

Una experiencia, que quienes hemos tenido la dicha de vivir y participar, se resume como si desde que comienzas el recorrido un halo te envolviera y flotando te trasportara, mientras mil pensamientos te acuden a la mente, quizá el más frecuente sea la promesa y ferviente deseo de volver, para seguir pidiendo por un mundo mejor.

La Fallera Mayor, Sandra Muñoz y Rocío Pascual, Fallera Mayor Infantil de Valencia  2012, con sus cortes de honor, tienen el privilegio de entrar a la basílica y en un breve acto litúrgico, depositan sus ramos en el altar bajo la atenta mirada de la Virgen de los Desamparados que se entrecruza con la de todas ellas, entonces ya no pueden  más que rendir la intensa alegría traducida en lagrimas de devoción a la “Mare de tots els Valencians”.

Fotografías de : José Luís Vila Castañer