Francisco Ponce Carrasco

La explosión de la naturaleza – El Ventanuco

Cada año nuevas formas y colores se muestran en la paleta imaginaria de esa pintora llamada “naturaleza”, que el hombre trata de moldear pero que sigue emergiendo con fuerza y a su antojo asombrándonos con su imparable poderío.

Tras la poda de los árboles, estos pugnan por vestirse de nuevo, asoman provocadoras nuevas ramas repletas de hojas.

Ya es primavera. La naturaleza se despierta del letargo invernal y hace sonar con fuerte estallido el anuncio que indica la llegada de un nuevo ciclo. Las semillas rompen su envoltorio engendrando las primeras flores del año.

A partir del 21 de marzo, la luz del sol domina a la noche y el frío se despide con un “¡hasta el invierno que viene!” para dejar paso a vientos templados que limpian el aire y anuncian la próxima llegada del calor estival. La naturaleza, en definitiva, se llena de vida y estalla su belleza multicolor.

Los seres humanos no escapan a este proceso y aunque a veces con nuestro comportamiento parece que lo olvidamos, el ser humano también forma parte de la naturaleza.

La madre naturaleza en primavera (Dibujo-Acuarela)

Al igual que los animales y las plantas se preparan para recibir cada nueva primavera, nosotros también debemos adecuar nuestro estado físico y psíquico para disfrutar plenamente del amplio abanico de posibilidades que nos ofrece esta estación.

Fotografías de: José Luis Vila Castañer