El viajero al llegar a Valencia y todavía en la parte exterior de la Estación del Norte circundada por la verja de la propia estación, se encontrara a su izquierda una escultura de las que proliferan por doquier en la actualidad, cual signo fálico. Esta de retorcidas formas.
Al frente el edificio de La Unión y el Fénix que ocupa un céntrico y privilegiado lugar. Acontece el año 1915 cuando se abre una amplia avenida para unir el Ayuntamiento con la estación del ferrocarril, el esplendido solar es adquirido por esta compañía y en 1933 Enrique Viedma Vidal, arquitecto valenciano nacido en 1889, aprovechó al máximo las posibilidades del emplazamiento para crear un edificio majestuoso, cuyo eje central se acerca a la forma del arco del triunfo que se remata con un templete de columnas coronado por una águila con las alas desplegadas y cabalgada por un hombre, símbolo de la compañía, lo que ayuda a que el edificio destaque aun más en su entorno.
El recién llegado a la capital del Turia, se encuentra en la amplia y concurrida calle de Xàtiva. Al frente la avenida Marqués de Sotelo que converge en la plaza del Ayuntamiento. Si nos visita en las fiestas de las Fallas, se mezclara con el mucho público que circula por estos lugares.
En esta imagen pueden ver lo concurrido en hora postrera a la ‘mascletà’ así como la belleza de esta céntrica avenida Marqués de Sotelo, ahora desde otro punto observamos la Estación del Norte al fondo.
Valencia le agradece su visita y le brida su hospitalidad. ¡Bienvenidos a las FALLAS!