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Uno siente vergüenza ajena, porque si fuera político con sueldo, casa y otras prebendas, me preguntaría que hice para merecer tanto, o a quien le quité lo que yo tengo.
Maslow, viene a decir que las necesidades del ser humano pasan, en su principio más básico, por tener satisfecha la comida y el techo donde cobijarse.
Lamentablemente, en la actualidad, la falta de trabajo desequilibra este concepto y acerca a muchas personas a la carestía de alimentos y vivienda. El grito de ¡Basta ya! a los desahucios, se impone por humanidad y justicia social.
Esperemos que pronto haya unos cauces reglados por ley, que conduzcan al entendimiento de las partes para que nadie se quede sin techo donde vivir y se palié la indefensión que se arrastra con este asunto por parte de quienes la sufren.