Su extenso historial literario nos sitúa a un Pedro J. de la Peña, profesor titular de Literatura Española Contemporánea en la Universidad de Valencia. En narrativa, entre otros, tiene el Premio “Ciudad de Palma” en 1974 por su novela Lobo Leal; el «Blasco Ibáñez» de 1979 por El vacío, vacío; el «Premio Ateneo de Santander» de 1988 por Los Años del Fuego y el Premio «Alfonso el Magnánimo» de la Diputación de Valencia por Ayer, las Golondrinas. En Diciembre del 2003 ganó el Premio “Ciudad de Salamanca” por su novela Los Primeros de Filipinas, y recientemente “El reino de la Osa” está siendo un triunfo entre los buenos lectores.
Como poeta, entre otros galardones, obtuvo el premio internacional de poesía “José Hierro” y se publicó una amplia antología de su obra con el título La Zarza de Moisés, 2009.
Queda claro que este autor y amigo esta habituado a realizar buena literatura, pero este evento tenía para mí algo especial y es que me solicitó estuviera en la mesa para hablar de su persona desde el enfoque de amigo. Evidentemente siendo un honor, le dije de inmediato que contara con mi participación, otra cosa es como saldría.
Llegó el día y en la mesa estábamos: Francisco Ponce (Escritor), José Hoyo (Presidente de la Academia Internacional de Ciencias, Tecnología, Educación y Humanidades), Pedro J. de la Peña (Autor) y Julio Cob (Historiador de Valencia).
Comenzó Julio Cob, que pasó por la obra de puntillas – para no ‘pisar’ al responsable del análisis – y sobre todo nos explicó el porqué del título. Me correspondió el segundo turno de intervención y la parte más sencilla, puesto que se trataba de hablar del amigo que lo es, pero también es mi maestro, por cuanto el compromiso era indudable.
Salí como pude, entrando en el terreno de la anécdota y el afecto que convirtió la charla en amena y sentida.
José Hoyo desmenuzó la obra desde diferentes puntos de vista, todos interesantes y muy documentados, arrancando encendidos aplausos del mucho público asistente.
Por último intervino el autor quien nos comentó las líneas maestras por las cuales le pareció de interés escribir el libro que se presentaba y comenzó diciendo:
Se abrió un turno de debate que poco se hizo de rogar, pues los presentes, gente importante del mundo periodístico y literario, ‘bombardeó’ de preguntas y apreciaciones dirigidas a la mesa, en la que los más facultados para recoger las interpelaciones eran los tres compañeros, que hicieron gala de sus conocimientos, lo cierto es que sobrepasamos las 21 horas y hubiese seguido por lo interesante del coloquio, a no ser porque las puertas de entrada, con cierta timidez chirriaron, anunciando que era la hora de terminar.
Una tarde-noche bonita, culta e interesante que no dejó impasible a nadie y que pudimos disfrutar todos.
Fotografías de: Pérez Olagüe
(El evento estuvo grabado por Liter-Nauta para su posterior retransmisión a países de habla ‘Hispana’, el vídeo pertenece a esta TV. amiga)