Francisco Ponce Carrasco

Antonio Prima y su poemario “Desde el mundo sin ira”

Día Mundial de la Poesía

Cada año, el 21 de marzo, la UNESCO celebra el Día Mundial de la Poesía. La decisión de proclamar esta fecha como tal, fue adoptada durante la 30ª reunión de la UNESCO celebrada en París en 1999.

Festejamos esta circunstancia, y qué mejor oportunidad, para hablarles de los poetas ‘pequeños’ con ‘grandes’ obras de calidad. Un ejemplo lo tenemos en este autor que cuenta con varios libros a cuál de todos más interesante y que al repasarlos cronológicamente se observa una evolución en el paso del tiempo, tanto en lo que manifiesta, como en la forma de hacerlo.

Antonio Prima es a quien me estoy refiriendo y tuve el placer de acompañar en la presentación de su reciente poemario de título: “Desde el mundo sin ira”, en el Ateneo Blasco Ibáñez de Valencia.

La mesa encabezada por la presidenta de esta entidad Isabel Oliver, su secretario Celestino Álvarez-Cienfuegos, la escritora y poetisa Mª Teresa Espasa (quien glosó el libro) junto al propio autor, pusieron en valor el día 13 de marzo del 2013, una magnífica obra poética que se mostró a los medios de comunicación y al público en general.

(Antonio Prima – Mª Teresa Espasa – Isabel Oliver – Celestino Álvarez-Cienfuegos)

Luego de las presentaciones y agradecimientos por parte de los directivos del Ateneo Blasco Ibáñez, tomó la palabra María Teresa Espasa, quien hizo una bonita alabanza al poemario que se presentaba tomando algunos párrafos del prólogo que en el mismo figura, escrito por ella misma, para finalizar abundando en algunos aspectos de la personalidad de Antonio Prima.

El autor aprovechó su turno con una muy interesante alocución de lo que son estos eventos y como, en su opinión, deben ser y entresacamos lo siguiente:

“No cabe duda, que hay Catedráticos de Literatura que son excelentes poetas, pero también mucha gente sencilla, de la que nos encanta leer sus poemas, y algunos hasta geniales, como los del poeta Miguel Hernández, al que varios intelectuales de su época (como todos sabemos), intentaron descalificar tratándolo de <pastor de cabras>, y que pese a ellos, se ha inmortalizado por sus poemas de cuyos méritos literarios nadie duda hoy”.

Sobre su libro pasó de puntillas, y dejó que algunos de sus pasajes fueran leídos por cuatro guapas señoras y magníficas poetisas- rapsodas que propiciaron un cálido ambiente con sus intervenciones.

Cabe destacar que la imagen de la portada del libro es un cuadro del poeta, que también navega por los mares del arte pictórico.

Al finalizar la entidad convocante ofreció un vino de honor – con mesa bien servida- que pudimos disfrutar junto a la oportunidad que en estos actos siempre se tiene de conversar con amigos/as de aficiones compartidas (literatura) y poder ver de cerca la exultante felicidad que dimana del autor, que en este caso se encontraba muy satisfecho por la abundante cantidad de ejemplares que venía de firmar para los muchos que le admiramos y queremos.

¡Felicidades! Antonio por ser modesto, humano y regalarnos tu excelente poesía. Te debía este artículo…pues bien ya lo tenemos. Un abrazo.