El humor se pone bañador

Bajo este refrescante título, asoma una pieza de humor interactivo escrita por Francisco Ponce Carrasco con la intención de fomentar la amistad y el buen ‘rollo’ entre las personas con imaginación abierta hacia la relación con los demás y que no viven traumatizados por el sentido del ridículo – por otro lado un ‘sentido’ poco útil – tener conciencia del humor es sano, relaja, los seres humano queremos personas alegres a nuestro lado.

La risa ha de ser siempre una actitud compartida uno no debe reírse de los demás, sino con los demás. El humor debe ser inofensivo, no agresivo, no dañino, no insultante…. La hilaridad es como los sentidos y al igual que la vista detecta los colores y el oído los sonidos, el humor detecta la energía positiva.

Este “vodevil” – entre comillas -, lo dirige e interpreta el mismo escritor que asume la función de animador. Parte del público sale voluntario y participa pasándolo ‘pipa’ ya que es interactivo y cada uno de ellos asume un ‘rol’ del que saldrá posteriormente la creatividad del grupo.

El momento cumbre es cuando una persona está dispuesta a reírse de sí mismo, ya que se encuentra a un paso de hacerse acreedor del certificado de “Caballero o Dama, de la Real Orden del Humor».

(Actuando)

Opino que el humor es imprescindible en la literatura y en la actitud ante la vida. Nada más temible que un ser pesimista que termina por inundarnos de negativismo. Sin humor hasta la  integridad se vuelve peligrosa.

(Francisco Ponce con las azafatas del espectaculo)

En ciertos círculos esta practica se suele mirar por encima del hombro por los que se consideran ‘cultos’. No te lo dicen a la cara no, pero se les nota en la mirada despreciativa. O al menos eso me parece a mí. Pero compensa, lo afirmo.