Una tarde con sabor y su ¡Aquel!
La tarde prometía, los rostros de los contertulios transmitían felices sonrisas, en su fuero interno existía a buen seguro complacencia, los lunes ya no son tan ‘lunes’ cargados con la etiqueta de ‘pesados’ por ser principio de semana, A-Rimando los trasforma en apetecibles, seductores y favorables a la fiesta-cultural-literaria.
Nuevos y antiguos tertulianos – es la característica de A-Rimando, al ser un grupo abierto sin cuotas ni compromiso de permanencia – nos reunimos para compartir.
La pluralidad y el sano sentido del humor es nuestra constante, y así se abrió la sesión en la que se puso una frase que aportó el secretario Antonio Baños extraída de un poema de Alfonsina Storni que dice “Nadie llega. Están solos los floridos senderos”. Esta frase deberá ser incluida dentro de un relato (máximo 200 palabras) o en un poema (máximo 25 versos), que será leído en la próxima tertulia del lunes día 21 de octubre.
Este trabajo-ejercicio se realiza con una secuencia mensual y nos mueve la intención de que nos esforcemos en “crear”, naturalmente carece de obligatoriedad y el tertuliano puede traer cualquier otro quehacer que leerá, tras el turno de los que se ajusten al tema propuesto.
Se pasó a la vuelta de lectura que comenzó Lola Pérez y que fue circulando por orden, siempre dentro del respeto y atención, con su poquitín de sazón al terminar con pequeños comentarios al mismo.
En mitad de esta cascada de buen hacer literario se presentó por sorpresa el amigo José Carlos Llorens (Charles) acompañado de Paco Tapia (guitarrista, músico, compositor y pintor) junto al Miguel García Casas, (rapsoda y cantante), tomaron asiento y esperaron su turno, cuando este llegó fueron presentados a todos los tertulianos reunidos – algunos ya les conocíamos – aprovechando su presencia los quisimos ‘estrujar’ y vaya que lo hicimos, las canciones de Miguel y la guitarra del maestro Paco Tapia fueron largamente aplaudidas y el regalo de escucharlo un deleite.
Contagiados de un final eufórico, feliz y folclórico, se cerró la tarde-noche de un “Lunes A-Rimando”.