Francisco Ponce Carrasco

Pastelería La Rosa de Jericó de Valencia – “El Ventanuco”

El Ventanuco de Francisco Ponce

DULCE ‘Piuleta’ i ‘Tronador’ de Mazapán DULCE

Un año más acudo puntual, casi como parte de la liturgia del día 9 de octubre, Fiesta de la identidad Valenciana y no soy el único, los aledaños están repletos de coches estacionados –algunos en segunda fila por unos momentos – mientras caminando confluyen animosos una respetable cantidad de caballeros o parejas formando larga cola en la entrada de “La Rosa de Jericó”, una de las pastelerías de mayor tradición de Valencia cercana a su centenario.

Es un negocio familiar fundado en 1820. Tras dos céntricas ubicaciones – en el tiempo – fue en 1983 cuando se apertura el local actual sito en la calle de Hernán Cortés nº 12 de Valencia, que tutela y gerencia en la actualidad Carlos Jericó, secundado por su esposa Mónica Sales y apoyado por su madre, tiene varios trabajadores en plantilla y da ocupación a otros más en calidad de discontinuos, para las fechas más emblemáticas de tradición pastelera-confitera.

En Valencia y en esta misma fecha del 9 de octubre, celebramos con ancestral tradición nuestro día de ‘Sant Donís’ y lo hacemos enamorando y enamorándose con la singular ‘Mocadorá’ (pañuelo que el novio o marido regala a su pareja) hoy día los nietos – por extensión – también reclaman su parte y los abuelos, pues eso, dulcemente acceden.

Tiene innumerables premios en los certámenes que el gremio organiza para esta festividad, a la mejor alegoría del escaparate, recreando monumentos y escenas de la vida tradicional valenciana, todo en dulce golosina, este año 2013 también.

Carlos, prepara cada año innovaciones, cuida el detalle en los envoltorios, y ofrece novedades con raigambre de la tierra, en esta oportunidad cerámica artesana.

En estrecha colaboración, podemos ver al fondo del local a Juan Carlos Iñesta, Maestro Artesano e Investigador Cerámico de la empresa “Domanises”, quien se trasladó en tan señalada fecha para explicar y mostrar sus habilidades y conocimientos en la materia, a falta de cocción, que regala a los clientes, en el escaparte podemos ver piezas extraordinarias acabadas 100×100 a mano, con diferentes tonalidades, predominando los azules del mar mediterráneo.

“Desde hace más de dos décadas trabajamos en el mundo de la Artesanía de la cerámica, salvaguardando técnicas milenarias, pero a su vez con un ojo en el futuro, redefiniendo nuevas vías en el campo de la Cerámica” nos dice Juan Carlos Iñesta.

El oficio es una constante en la pastelería-confitería “La Rosa de Jericó”, arte en dulce, en cerámica, en amor a Valencia y en los sabores más exigentes, para los golosos más empedernidos.