Francisco Ponce Carrasco

Santa Eulalia – Comida en la ermita Virgen del Molino

Santa Eulalia del Campo, provincia de Teruel, cierra sus fiestas patronales en honor  de la Virgen del Molino, con un día destinado a la laxitud y la convivencia vecinal, en jornada de amena comida con la familia y amigos en los parajes verdes que circundan la ermita. Todo esto sucede, el lunes día 24 de agosto del presente año 2009, fecha en que se da término a la semana de fiestas. Es una jornada entre romería y esparcimiento campestre, donde acude la mayoría de la población y forasteros que pasan sus vacaciones en el lugar.

(Preparativos)

(Preparativos)

La comisión de festejos organiza  cada año – todos los años -, un exquisito guiso de carne de toro, procedente  de las reses que fueros sacrificadas en la novillada del día anterior y  reparte entre  los que contribuyeron a la fiesta mediante el pago de su ‘bono’.

(El ‘macro’ guiso en más de 10 ‘calderos’)

Se adecúa un espacio, los ingredientes y el fuego  pertinentes para realizar el ‘macro’ guiso en más de 10 ‘calderos’ que con su tiempo de cocción apropiado y todo el esmero culinario se preparan.

(Los vecinos guardan su turno)

Los vecinos guardan su turno, poco a poco, recogen las raciones mientras observan como se vacían las marmitas, miran de reojo y se preguntan ¿nos llegará?… Sí, todo esta contado y previsto, por si acaso las madres y abuelas, previsoras, refuerzan las viandas con ‘algo’ de casa…que tampoco sobra… el ‘saque’ es bueno y el día largo y placentero.

(Distribución de botellas con buen vino)

De igual forma se procede a la distribución de botellas con buen vino, que al pie de un camión cargado de cajas de tan excelente caldo, entregan por ordenado y riguroso turno a los vecinos que  recogen y trasladan al lugar donde tienen ubicada su mesa.

(Amenizando la comida)

La música anima y serpentea alegre por las dos grandes explanadas que existen junto a la ermita. La Charanga 2000 interpreta sin descanso animadas y populares canciones y en este escenario lúdico y de franca armonía se reciben las horas postreras de la tarde del domingo. Los muchos coches que invadieron los aledaños se dispersan, las gentes se retiran a descansar y esperar un próximo año.