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En principio se cumplió la promesa de poner unos naranjos vigorosos, en sustitución de las altas palmeras, que por seguridad vial fueros trasplantadas a otros destinos.
Estos naranjos provienen de un vivero de Elche y, por el cuidado y medios que se pusieron al plantarlos, esperemos que enraícen adecuadamente sirviendo de sugerente ornamento.
Al Gobierno local corresponde su cuidado y mantenimiento, así como a los ciudadanos y transeúntes el respeto hacia los mismos, aún más en estos días con tantos actos y público a su alrededor.
Deseamos larga vida a estos árboles, que pondrán color naranja y valencianía desde un lugar tan privilegiado.