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La imagen que se proyecta es triste, ya que se está incidiendo en personas y no en esquemas de progreso y bienestar para los valencianos, y los líderes de los partidos muestran escasa madurez y dominio de la escena política.
Las cosas están como están debido a que, acertadamente o no, se votó de una determinada manera para conseguir tirar a unos y poner a otros. Quizá se hizo visceralmente, propiciando que se fragmentaran las opciones políticas y que ahora los pactos tiendan a parecer esperpénticos. Pero habrá que esperar a ver lo que sale de este circo para luego tomar conciencia de lo que entre todos hemos favorecido.