Francisco Ponce Carrasco

Entramos en la semana Fallera 2016 – ¡Bienvenidos a Valencia!

El primero de marzo se activa la fiesta de las fallas en Valencia. El enorme gigante de la ‘Fiesta Fallera’ se estira, se despereza, se despierta, y sale del letargo de un año de intensa actividad por parte de los falleros, artistas y Junta Central Fallera, para mostrar su pujanza esplendor y fuerza en las fiestas Josefinas

El aroma de azahar ya se confunde con el de pólvora y celebración, han sonado mil clarines de melodía y fuego anunciando que un año más Valencia se incorpora al universo de la fantasía, la belleza y el arte, de una fiesta sin parangón en el mundo entero, cuyas raíces se fijan en la capital del Turia.

Con el representativo acto de la ‘Cridá’ se abre paso a la fiesta de interés internacional, singularmente bella y multitudinaria, como son las Fallas de Valencia

“Poble valencià, falleres i fallers, en esta màgica nit, nit valenciana i fallera, que pregona primavera i porta aromes de flors, proclamem en tota la força dels nostres cors que ja estem en Falles!” con estas palabras la Fallera Mayor Alicia Moreno Morales y en términos parecidos La Fallera Mayor Infantil Sofía Soler Casas, daban inicio a la velada, anunciando e invitando a todo el mundo a que vengan a Valencia a disfrutar de nuestra fiesta.

La ‘mascletà’ que desde el día uno de marzo a las dos en punto del mediodía se dispara en la plaza del Ayuntamiento, ahora se traslada también a cada comisión y barrio.

La noche del 15 al 16 de este mágico mes de marzo en Valencia (España), es la noche grande de la ‘plantà’. Cuando la luz de los primeros cendales del amanecer aparezca en el horizonte, las calles se llenarán de ruido y olor a pólvora, la música de ‘charanga’ acompañará a los falleros, en su primera ‘despertà’, que anuncia por todo el barrio: ¡Aquí esta vuestra falla!

Los artísticos monumentos falleros, erguidos desafiantes, fastuosos y coloristas, lucirán su cromatismo y sátira en maestría sin igual por sus cuatro costados, los cuatro costados de la plaza que lo acoge. Todo toma una magnitud multiplicada por tantas fallas como se plantan por toda la ciudad y que en el 2016 rondara los 800 monumentos. (Entre grandes e infantiles).

Los turistas acuden en oleadas por tierra mar y aire llenando la ciudad, pasean desde el centro de la capital hasta los más recónditos lugares en busca de los artísticos monumentos falleros, desde los más grandiosos a los más modestos todos tienen algo que transmitir, y luego extenuados se tomarán un respiro, quizás acompañados de unos crujientes ‘bunyols’ con chocolate o una refrescante ‘horchata’ para seguir, que la fiesta da para mucho.

La apoteosis se acerca y se hace por momentos cierta… pero eso se lo iremos contando, paso a paso…