Los que nos dedicamos a <<piruetas>> literarias tenemos el compromiso de acercar la literatura a todos ustedes, sean habituales lectores o no tanto. El placer reside en el desafío, en conciliar la sinergia entre lector y autor, en innovar formas directas y atrayentes.
Construir una sociedad más formada en la necesidad de la lectura de libros y periódicos es un acto que precisa una férrea energía.
La materialización de ese anhelo entraña gran complejidad. Los escritores debemos exigirnos un comportamiento imaginativo, capaz de soñar y hacer soñar futuros posibles, donde se concilien libertad, cultura, solidaridad, progreso y reflexión.
Creo que muchos de nosotros a pesar de las canas, sabiduría que el tiempo otorga y de esos kilos de más que tanto nos quieren y no nos abandonan, todavía no lo hemos logrado, quizá por la imparable tecnología para acceder a la información o al recreo literario, unido a una predominante masa social que privilegia el <<pasotismo>> y dilapida el goce de la lectura.