Francisco Ponce Carrasco

Atarse a la tecnología móvil – El Abrelatas

Te puede haber ocurrido hace tiempo, hoy mismo o pronto, pero te sucederá

Puede que a bastantes coetáneos míos, aquellos que peinamos canas, muchas o pocas, en razón de la calvicie, se sientan identificados con mis tribulaciones telefónicas, por lo que me permito contarles lo siguiente: se averió mi móvil tradicional y acudí a sustituirlo lanzándome a por uno <moderno táctil, de nueva generación>, me dijo la amable dependienta mostrando una amplia sonrisa.

Tras un par de días intensos y agotadores intentando conocer y dominar el nuevo teléfono, aprendí a mandar whatsapp, entrar en Internet, a pedir por voz algunas páginas de información, a conocer el parte del tiempo, los resultados de la liga de fútbol, a entrar en las redes sociales, a hacer fotografías y muchas más aplicaciones. Lo que todavía no tengo asimilado bien es saber contestar y llamar por teléfono.

Me acabo de unir a las legiones de seres encadenados a un cuadradito luminoso, que me informa de casi todo, y que me aparta de las relaciones cuerpo a cuerpo. No sé si lo resistiré.