Francisco Ponce Carrasco

Día Mundial de las Abejas 20 de mayo – La Columna

Durante siglos, las abejas, han beneficiado a las personas, a las plantas y tambien al planeta

Sin embargo, no hace mucho, que algunas organizaciones quieren – de repente – acordarse de ellas, quizá por verlas en peligro debido al cambio climático, la utilización de algunos insecticidas, los incendios forestales, así como la penetración del ser humano en los medios rurales con extensas urbanizaciones, lo que está dando marcadores alarmantes sobre la disminución de las poblaciones de abejas en todo el mundo y han recomendado diversos tipos de iniciativas para la protección de la apicultura.

«La polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas y para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres>>

Los insectos polinizadores no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que además son indispensables para conservar la biodiversidad, también para alertarnos sobre los nuevos riesgos ambientales, indicando la salud de los ecosistemas locales, subrayan algunos organismos internacionales.

La Comisión Europea (CE) anunció también la semana pasada el registro de una iniciativa ciudadana que demanda medidas para proteger a las abejas.

El valor que aporta la polinización apícola para la agricultura en la Comunidad Valenciana supera la cantidad de 400 millones de euros anuales, según ha destacado la “Unió de Llauradors i Ramaders” recientemente.

La organización agraria ha destacado que las abejas ayudan a la polinización del 75% de las hortalizas y frutas, incrementan la biodiversidad, aumentan la producción de alimentos, proporcionan mayor riqueza en micronutrientes y sus propiedades organolépticas.

Aparte de los criterios ecologistas estas cifras de proximidad, avalan los esfuerzos que se destinen a su conservación.