Francisco Ponce Carrasco

Día Internacional del suelo – La Columna

El día internacional para la conservación de los suelos de cultivo, se celebra cada 7 de julio desde el año 1963

Se optó por este día en honor al científico estadounidense Hugh Hammond Bennett, quién investigó y proclamó que el cuidado del suelo influye directamente en la capacidad productiva de los mismos:

<<La tierra productiva es nuestra base, porque cada cosa
 que nosotros hacemos comienza y mantiene la productividad
 de las tierras agrícolas>>

En un mundo donde se habla continuamente acerca del cambio climático, casi nadie se ha parado a pensar, cómo afecta la contaminación o la explotación excesiva de los suelos a la destrucción del medio ambiente, poniendo en riesgo la supervivencia de las especies.

No sólo es soporte para todas las formas de vida, sino que además sirve de sustrato para el crecimiento de la vegetación, garantizando los nutrientes necesarios para todas las especies.

El suelo en realidad pervive cambiando constantemente, lo que le transforma en un recurso altamente complejo.

Desde la óptica agrícola, los suelos funcionan como el canal de “producción-cuidado” entre el productor y su cultivo, ya que a través de las acciones que este realice, la calidad, el tamaño y las propiedades organolépticas de su producción variará radicalmente.

Por si no lo sabías el uso excesivo y el monocultivo en un suelo, puede degradarlo de forma irreversible

La peor consecuencia es la erosión o lo que es lo mismo, la pérdida de capas fértiles que limitan la capacidad productiva de ese suelo.

Una utilización desmesurada y constante de equipos mecanizados, igualmente influyen en el mantenimiento ya que, puede causar estragos en el terreno, contaminándolo con productos químicos como aceite, gasolina o diesel.