Falla Juan Bautista Vives “CREMÀ” – El Ventanuco

Las Fallas de la pandemia, ya son historia

Dos horas antes de lo habitual en la tradicional <<Nit de la Cremà>> por el toque de queda en la ciudad, los cerca de 780 monumentos falleros, entre grandes e infantiles, distribuidos por cada demarcación han sido alimento del fuego purificador.

Con amplias medidas sanitarias de seguridad, las Fallas de 2020-2021 se convierten en llamas un año y medio después, en un horario también atípico y estricto en su cumplimiento, primero con las infantiles -entre las ocho y las nueve de la tarde-, y luego con las grandes, -de diez a once de la noche-.

La Falla Juan Bautista Vives ha sido fiel cumplidora de las normas dictadas:

Junto a la utilización de las mascarillas, que han formado parte en estos días como un elemento (empático) más, del atuendo fallero.

Tras la cena de “sobaquillo”, falleros y falleras hicieron el pasillo al son de la música, para que su Fallera Mayor Sonia Ponce Giménez, acompañada por Luis Soria, presidente 2020 y Carmen Palanca, presidenta 2021, tuviera el honor – como es tradicional y preceptivo – de prender fuego a la mecha de una colorista traca, que daría luz, color, llamas y también fin, a su monumento, reduciendo al mago Merlín a cenizas.

En la mente de todos la emoción en la Ofrenda, la alegría de volver a ver a las bandas de música por las calles, el olor a pólvora, el estruendo de petardos, la recogida de premios y un amplio etcétera de sensaciones para el espíritu.

Tampoco faltaron las lágrimas de emoción y abrazos entre todos, por haber cumplido con éxito, el deber y la devoción por la fiesta valenciana en tiempos “raros”.

Ahora a soñar con un marzo de 2022 más normal o del todo normal, retomando el máximo esplendor, multitudes y grandeza, de una fiesta:

“Patrimonio de la Humanidad”.