Francisco Ponce Carrasco

Virgen de los Desamparados – Valencia 2010

El día de la “Virgen” para los valencianos de nacimiento o de adopción, es una día de los más grandes del año.

Interior Basilica

La festividad está repleta de colorido y múltiples actos que transitan en bellas imágenes. Todo comienza en la tarde noche del día anterior, cuando peregrinos de los pueblos próximos, en nutrida e independiente caravana, acuden caminando para asistir a la misa de las 6 h. de la mañana, conocida como: ‘La descoberta’.

Sobre las 8 h. de la mañana, se celebra la solemne “Misa cantada de Infantes” al aire libre, bajo los azulados toldos que cubren toda la plaza de la Virgen.

Traslado

Al filo de las 10,30 horas uno tiene la oportunidad de vivir el ‘Traslado’, todos los años parecido y todos los años tan diferente, es un corto trayecto en el que la imagen de la Virgen pasa de la basílica, a la catedral, en voladas, conducida por el pueblo en un acto de pública devoción, entrega y fervor.

Virgen entrado de espaldas a la Catedral

Más relajado, puedes pasear por la plaza de la Virgen y admirar cada año con diseño distinto, el tapiz de flores. Caminar dejándote llevar entre el trasiego de la gente hasta la Plaza de la Reina, rozar de cerca la ‘escuraeta’ donde comprar esa cazuela para el ‘arros al forn’ junto a la ‘campanita de barro’, que ya almacenamos, año tras año, pero la tradición así lo reclama y uno es tradicional.

Por la tarde la procesión, con esa calle de la Bolsería, que se engalana con una continuada cascada de flores voladoras, que cual intensa lluvia en pétalos de rosa, forman un arcoiris de color primero, para posarse después y alfombrar a su paso el trayecto de la mare de ‘tots el valencians’.

Este día y los ocho siguientes estarán llenos de espectáculos folclóricos – con abundantes bailes regionales – y de actos de devoción y amor por la ‘Geperudeta’.

Bailes regionales valencianos

Según cuentas los historiadores, el origen principal del culto y devoción a la imagen de la actual patrona de Valencia, fue el sermón que el padre Joan Gilabert Jofré pronunció en la Catedral de Valencia el domingo 24 de febrero de 1409 (siglo XV). Mientras se dirigía hacia la Catedral, el padre Jofré vio como unos muchachos apaleaban a un demente burlándose de él.

En su homilía el padre llamó a sus feligreses a tener caridad y a tomar medidas en favor de los pobres enfermos abandonados y con frecuencia objeto de malos tratos y abusos. Pronto un grupo de diez ciudadanos burgueses encabezados por Lorenzo Salom, recogió el reto del padre Jofré y con ayuda del ‘Consell de la Ciutat’, el 15 de marzo de ese mismo año se formó una comisión mixta de notables y ‘jurats’ que se pusieron manos a la obra.

Este grupo de personas fundadoras, construyó un hospital con dinero de su bolsillo. El nuevo centro sería llamado «Hospital de Innocents, Folls e Orats» y fue puesto bajo la advocación de «Nostra Dona Sancta dels Folls, Innocents e Orats».

Miguelete al fondo - Valencia

Hoy día la advocación por la Virgen de los Desamparados encierra un gran fervor entre los católicos y traspasa las fronteras de la Comunidad Valenciana, para emerger en el mundo entero.

Fotografias de: Vila Castañer