Francisco Ponce Carrasco

Ofrenda a la Virgen un sentimiento

En Valencia la ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados no solo es un acto hermoso y de gran colorido, que lo es, sino un sentimiento que desde dentro de los corazones del pueblo valenciano brota con inusitado fervor.

Los que acuden al desfile como espectadores, en todo sus diferentes recorridos tienen la oportunidad de disfrutar de la música, del arco iris floral en brazos de las falleras y de la elegancia de estas mujeres.

En el desfile, los hombres enfáticos, risueñas las mujeres y marciales los músicos, que no cesan de interpretar pieza tras pieza en todo el recorrido. ¡Hay! Amigos, cuando desde lejos distingues la imagen de la Virgen que poco a poco cubre su manto con los miles de ramos de flores que las Falleras le entregan, la garganta se seca, a la mente acuden infinidad de pensamientos y peticiones a la ‘Mare dels Valencians’.

Tratar de describir este sentimiento no esta a mi alcance, solo me atrevo a indicar que un ligero sudor te cubre la frente, una deleitable corriente te invade el alma y una lágrima se reprime en los ojos o no, porque los humanos lloran.

Cada vez se acentúa más el llevar a la ofrenda, a los niños que ni siquiera andan vestidos con el traje regional, lo hacen en cochecitos cubiertos con manta tipica de esta tierra o en brazos, son ‘falleritos’ y ‘falleritas’ infantiles que nada más nacer o incluso dentro del vientre de su madre ya están ‘apuntats’ en alguna comisión de falla.

Hablar de cifras es correr el riesgo de quedarte atrasado de un año a otro, sin embargo como referente daremos una aproximación de lo acontecido en los últimos años. El público que presencia la ofrenda ‘in situ’ (‘en el lloc’) sobrepasa las 150.000 personas.

En cuanto a los participantes en los dos días que se divide el acto, 17 y 18 de marzo, se estima un total de: 124.000 que se desglosan en: 45.000 Falleras, 25.000 Falleros, 44.000 niños y 10.000 músicos. Entre ramos y canastillos suman más de 50 toneladas de flor.

A si es el universo de las fallas, así es la devoción a la Virgen de los Desamparados, así es el “pueblo valenciano”.