Francisco Ponce Carrasco

Castellnovo C.F. – Falta una nueva victoria

Mañana de domingo vecina de la Navidad, el último toque del campanario avisaba del comienzo de la misa, María y dos vecinas entraron deprisa en la iglesia de los Santos Reyes, para ponerse lo más delante que pudieran, Segismundo y Genaro marcharon a sentarse bajo el majestuoso olmo todavía de hojas repleto, que algo amarillentas se resisten a desvestir sus ramas.

Se sentaron en el poyete de cerámica en tonos azules y blancos, junto a otros lugareños, el comentario era generalizado:

“Varios años sin fútbol y ahora por el ‘parón’ del puente de la Constitución ya estamos todos ansiosos de acudir hoy al campo de “La Mina” a ver a nuestro Castellnovo”.

Segismundo comentó en voz alta.

– Sí a ver al Castellnovo, pero a verlo ganar.

– Mira que el C.D. Viver es un equipo fuerte.- afirmo otro contertuliano.

– Ya salió el ‘alturano’.- apuntó otro

-Tengamos la mañana en paz.- se zanjó.

Las espadas estaban en alto todo se vería esa tarde a las 15:30 horas, con el café  ‘tocadito’ de Terry todavía en el paladar.

(Público)

Las gradas del campo, como de costumbre, repletas de público deseoso de ver a los albi-negros en acción.

Segismundo y su cuadrilla tomaron asiento cerca de la zona ‘vip’ para verlo mejor y porque el solecito en esta época, templa el alma y los huesos.

– Muy ‘careto’ este árbitro.- dijo Genaro nada más ver al señor del pito.

– Chulito si es, mira…mira… como calienta haciendo posturicas.- abundó ‘Segis’

(Alineación)

Se sortean los campos y a la horas en punto comienza a rodar el balón, el Castellnovo C.F. juega y toca la pelota con intención y el C.D. Viver está un poco a ver que pasa, y pasó. Aproximadamente en el minuto diez de juego, Manolo cabecea con intención y picado, un balón en el que el portero visitante nada pudo hacer.

– ¡Gooool del Castellnovo!– cantó la ‘peña’.

La tarde pintaba de colores, el equipo seguía jugando bien, pero sobre el minuto 30 el infortunio o los hados cegatos en forma de árbitro – tanto calentó que luego no corría – señaló a larga, larguísima distancia un penalti en contra del Castellnovo que a todas luces no era.

Fue tan claro el error que el público se soliviantó y comenzaron los gritos y protestas. Un jugador del C.D. Viver lanzó colocado y batió a Chomí.

El arbitro corrió al centro del campo, al más puro estilo toreador, mirando descarado al público, que seguía abucheándole.

Este clamoroso error arbitral descentró a los jugadores del Castellnovo C.F. un tanto inexpertos – es su primer año como equipo – y no se tuvo la suficiente fortaleza de mente para olvidar el contratiempo y seguir jugando.

(Segunda parte)

El la segunda parte, el equipo local le puso ganas y buen juego, pero romo en el ataque pagó la inexperiencia y en una contra le marcaron el segundo gol que dejaba el marcador en el 1 – 2 en que finalizó.

Un partido en el que el Castellnovo puso casi todo, pero al que le falta creérselo y sobre todo ganar. Los argumentos de disculpa, siendo ciertos, no son suficientes, se precisa un buen resultado para creer en las posibilidades de este equipo.

(Final)

– Siempre, ‘La leche’, otro árbitro que mira que es malo, nos los eligen a propósito.-

Ya refresca pero con la ‘zamarra’ bien abrochada y caminando, regresaron por ese kilómetro aproximado de paseo sano y fresquito, en esta época del año, que separa el campo de “La Mina” hasta el pueblo.

– En casa, tomaremos un ‘poquico’ de turrón y un café, que la mala fortuna con dulces se cura…tenemos que ganar pronto para coger fuelle.- resumió Segismundo.

– ¿Pronto? ¡Ya! – se enfadó Genaro.

– ¡Calma… calma! – le impuso su amigo.

Se habían cambiado las ‘tornas’ del arrebato y es que el fútbol tiene eso, un gran nivel de exigencia y de mutación anímica.

Imágenes: Equipo fotográfico