El rincón de Mamen

19 abril 2007 por Francisco Ponce en El rincón de Mamen, Todos los artículos

Mirándome con fijeza me eligió, con su fuerte mano fui arrancada de entre mis hermanas, sentí sus dedos clavados en mi cuerpo, fieros y dóciles a la vez, mientras, fue quitándome poco a poco con suavidad mi piel naranja, hasta que le mostré desvestida y abierta, el encanto de mi dulce interior.

Naranjas

Cuando sus labios entraron en comunión con mi cuerpo, sentí que su lengua desenvainada y oscilante me provocaba un fluir de incontenibles jugos. No descansó hasta encontrar el más recóndito de mis sabores. Luego adivine que iba a ser suya, gajo a gajo me introdujo en su boca y me encontré dentro de su cuerpo. Naranja, desnuda de piel naranja.