Una naturaleza felizmente imparable – La Columna
18 abril 2017 por Francisco Ponce en La columna, Todos los artículos<< Florezcamos o retoñemos, disfrutando de la vida en colores >>
Cada ciclo anual, se muestra en la paleta imaginaria de esa puntual pintora llamada “primavera” los colores, formas y los verdes son más verdes, en una explosión de vida que el ser humano, en ocasiones, trata en su ignorancia de moldear, pero que sigue emergiendo con fuerza y a su antojo asombrándonos con su imparable persistencia y poderío.
Tras la poda de los árboles, estos pugnan por vestirse de nuevo, asomando provocadoras nuevas ramas repletas de yemas primero, y exuberantes hojas después.
La naturaleza se despierta del letargo invernal y hace sonar con fuerte estallido el anuncio que indica la llegada de una nueva estación. Las semillas rompen su envoltorio engendrando las primeras flores del año.
Abril es el mes, en tierras valencianas, donde la luz del sol domina a la noche y el frío se despide con un ¡hasta el invierno que viene! para dejar paso a brisas templadas que atemperan el aire y anuncian la próxima llegada del calor estival. La naturaleza, en definitiva, se llena de vida y estalla en su belleza multicolor.
Los seres humanos no escapamos a este proceso y hace bueno al sabio refranero español cuando dice << La primavera la sangre altera>> nosotros también somos naturaleza.
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